Antes que nada debo disculparme
por dejarlos tanto tiempo; sé que es una desconsideración de mi parte, pero no
tenía nada que escribir… al menos nada que fuera lo suficientemente bueno como
para ser parte del blog.
Y
bueno ya para entrar en lo que será el post, les diré que muchas de nuestras
actitudes -y en general, tanto hombres como mujeres, no como individuos- son
meramente cuestión de genética y evolución. Estoy plenamente consciente que no
soy un científico o investigador respecto al tema, pero tampoco se debe serlo
como para darse cuenta de tal hecho.
Por
ejemplo podríamos empezar por la eterna discusión con las féminas y los
varones, que dice que los hombres no somos capaces de hacer varias cosas a la
vez, o al menos no con la habilidad requerida; esto es cosa de nuestros
ancestros y su evolución de nómadas primitivos a pequeñas sociedades de caza.
Pues
bien aquellos hombres primitivos requerían una gran concentración para la caza,
no podía haber una distracción, pues eso significa que o la presa escapa o peor
aún, se podría morir en un enfrentamiento con las bestias. Es por ello y en
general que a los hombres les es más sencillo concentrarse, y lo hacemos
bastante bien cuando es una sola función, pero cuando de hacer varias cosas se
trata, no estamos adaptados aun a ello –al menos la mayoría- de esa misma época
viene el “sentido” de la orientación, pues la caza podía durar días, lo que
llevaba a que tuvieran que recorrer grandes distancias, por lo tanto tenían que
estar mejor preparados para saber en dónde estaban y hacia dónde ir.
Por
el contrario la mujeres se dedicaban a cuidar a los pequeños y defender las
pequeñas aldeas, pero al ser más débiles, tenían que ser más sociables, pues tenían
que hacer frente a muchos peligros, es por eso que las mujeres tiene más
habilidades sociales, además como encargadas de esos hogares primitivos tenían
que encargarse de muchas cosas por si solas. Además y en general las mujeres
tienden a enfermarse con menos frecuencia por la misma razón, pues conviven con
más personas lo que fortalece su sistema, y por otro lado, ya que las
sociedades eran regidas por mujeres, no se podían “dar el lujo” de enfermarse
mucho.
En
el ámbito sexual la cosa no es muy diferente y es parte de prácticamente de
todos los animales, en general la función de todo macho de alguna especie es
tratar de ser el dominante, de ser el más fuerte y con más descendencia
posible, por lo tanto, trataran de tener la mayor cantidad de parejas y así
asegurar que su progenie sea la dominante –es cierto que alginas especies son
monógamas, pero ya es cuestión de evolución, lo demás “lo llevamos en la
sangre”- caso opuesto son las hembras, pues son mucho más selectivas, en
primera porque deben asegurarse de que el macho sea el adecuado, que la proteja
y provea, pues tener un hijo –o cachorro en el ejemplo- es verdaderamente
costoso y cansado, primero porque requiere gran parte de su energía y tiempo,
lo que las convierte en presa fácil, pues son muy vulnerables porque en la
práctica son 2 seres en un mismo cuerpo. No hace falta explicar más, creo que
han entendido el ejemplo.
Esto
quiere decir que cuando alguien actúa de alguna de estas formas, simplemente
está siguiendo su instinto, claro es que la misma evolución no ha dado un
cerebro muy desarrollado capaz de tener un libre albedrío, lo cual a pesar de
todos los instintos nos permite analizar mejor y actuar en consecuencia. Muchas
cosas ha pasado en miles de años de evolución, por ejemplo los hombres de hace
150 años hacían absolutamente todo a mano, no había grandes maquinas que lo
hicieran por ellos, por lo tanto, y si bien vivían menos, por otro lado eran más
resistentes a las enfermedades y a pesar de los accidentes, sus lesiones eran
menores y se curaban más rápido. La evolución sigue y seguirá mientras haya
vida, pero no debemos olvidar que al final, todos tenemos algo en común y sin
importar el tiempo que pase, lo que la naturaleza nos ha enseñado y a lo cual
nos hemos adaptado, es lo que realmente marca nuestro rumbo.