miércoles, 16 de abril de 2014

Las máscaras que todos usan

Metafóricamente hablando todos usan máscaras, son miméticos y las usan para diferentes propósitos. Pero el fin de cada una de ellas es el mismo, ocultar el ser; la esencia de cada individuo, pues mostrarla a veces es perjudicial.
                 Y tampoco es que se viva en un mundo rodeado de hipocresía –que de esos hay por todos lados- pero algo que es cierto es que esas mascaras sirven tanto como protección como carta de presentación –por decirlo de alguna forma- dejando de lado las metáforas, se puede estar triste, melancólico, prácticamente muerto por dentro, pero la cara que ven los demás no es más que la de una persona tranquila y controlada… o por el contrario se puede estar completamente feliz, hasta llegar al éxtasis y lo que las personas pueden observar es a alguien completamente serio.
                Pero como ya lo escribí par de líneas atrás de los que hay que tener cuidados es de aquellas personas hipócritas, aquellas que se ocultan para su beneficio; de aquellas que, lejos de ser integras, son capaces de traicionar en cualquier momento, que sólo utilizan a las personas para obtener lo que desean y después desaparecen cuando se les necesita. Y es que es éste tipo de personas de las que hay que tener más cuidado, pues son impredecibles y para peor de los males muchas veces no se es capaz de “detectarlos” -por decirlo así- hasta que ya es muy tarde.
                Aun si y después de todo esto, vale la pena preguntarse ¿son todos unos hipócritas? La respuesta no es tan sencilla, pero se debe decir que no, como ya lo he mencionado, a veces se muestra una cara para evitar ser dañado, para no dejar ver las debilidades y terminar peor. Para este ejemplo tomare unas letras de la obra los árboles mueren de pie de Alejandro Casona: “Que no me vean caída. Muerta por dentro, pero de pie. Como un árbol.”
                Del mismo modo ocultar esas satisfacciones ayuda a esquivar envidias, elimina falsas amistades, ahuyenta embusteros y sobretodo convierte en algo muy personal y placentero todos aquellos logros obtenidos; eso no quiere decir que ante toda situación se mostrara lo que hoy se conoce como  pokerface, no. Lo que es cierto es que a veces es necesario guardarse ciertas cosas para sí mismo, y tampoco llegar al mantra de ser humildes… porque es necesario negar que los logros y metas, obtenidos y superadas, son futo del esfuerzo y es necesario decir que son obra de la casualidad?

                Dicho todo esto no queda más que hacer el comentario final, o mejor dicho la cuestión –que sólo usted puede responder- ¿Todos aquellos que lo rodean, son en verdad quienes dicen ser?

Estaríamos mejor con... la verdad no lo se

Después de tanto tiempo, de casi perder mi acceso y mis claves, aquí traigo un nuevo escrito, esta vez, inspirado en un todo y en nada;...