Este es un tema recurrente en el
blog, una y otra vez lo he escrito, y creo que jamás será suficiente para
expresar esa frustración que siento al ver que el mayor problema no es ni la
desidia ni la falta de ganas, ni mucho menos es la motivación. El gran problema
de la sociedad –y para casi todos sus problemas- es que no le preocupa lo que
en verdad importa.
Es
lamentable ver, por dar un ejemplo, que con tal de ver el partido o las
novelas, hacen hasta lo imposible por reparar la TV, buscan maneras ingeniosas
de hacerla funcionar y captar la señal, y por fin disfrutar de un momento de
entretenimiento; pero por esa fuga de agua, ese techo ya manchado por tanta
agua estancada en la azotea o ese cable en cortocircuito; nadie, absolutamente
nadie hace nada.
Y
es que se nota desde lejos que la sociedad no se preocupa por lo que le sucede,
al menos no por los temas trascendentales y que realmente afectan el porvenir
de todos, por ejemplo si esos mismos que salen a peregrinar cada 12 de diciembre,
lo hicieran por buscar un gobierno justo… ¿Ustedes creen que seguiríamos con
las mismas arpías en el poder?
¿Porqué para defender y seguir a una deidad, si son millones, que tienen el
valor, tiempo y ganas, pero cuando se trata de su nación y el futuro de los
suyos, simplemente no son nada, no tienen ni tiempo, ni ganas ni siquiera un mínimo
interés?
Es
por eso que decía que todo es cuestión de prioridades, ya que para las cosas más
triviales, las personas ponen todo su empeño, esfuerzo y determinación, pero
cuando es estudio, trabajo o simplemente un logro personal; pocos, muy pocos
son los que realmente siguen adelante, y lo peor no es eso; si no que algunos
hasta son señalados, como si fuera un crimen buscar algo mejor.
Como
lo escribí en un post anterior, la mayoría ya no busca como estar mejor, si no
que de al lado este peor, si el compañero tiene algún logro, destaca en algo o
simplemente es mejor –aunque les duela, hay quienes son mejores, lo sé, lo
saben pero prefieren decir que todos son iguales- buscan el error, o la falla,
o inclusive la crítica con tal de opacar cualquier victoria por pírrica que sea.
El
mayor problema de la sociedad es que aún no se da cuenta, de que en verdad es
ella la que tiene el poder, son millones y pueden lograr lo que sea, pero se
conforman con echarle la culpa la de al lado, con hacer lo menos posible y
delegar todo en un desconocido, y cuando éste falla, prefiere dejarlo que
buscar algo mejor, y no por que no pueda cambiarlos, sino porque prefiere la
comodidad de quedarse así que movilizarse aun cuando eso la lleve al desastre.
LA
cuestión y lo hace entrar en cólera a más de uno, es que muchos piensan ya en
la competencia deportiva que se acerca, de la cual ellos no sacarán ni un
beneficio, pero de las reformas que están por cambiar en definitiva el sistema económico
y empobrecerán más a un pueblo miserable, de eso nadie, prácticamente nadie se
preocupa ni está dispuesto a hacer algo… y es muy irónico que una nación que
presume de amplios recursos petroleros, minerales y, de una naturaleza y clima exuberantes,
de ser la envidia de gran parte del planeta, tenga uno de los mayores índices de
pobreza de los países desarrollados, y más aún que tenga a los hombres más
ricos del mundo, sea sede de millonarias compañías y aun así existan zonas con
un índice de desarrollo humano, aún por debajo de naciones africanas. Es una
nación de contrastes y en la que todos prefieren voltear a otro lado antes que
aceptar su realidad…