miércoles, 2 de abril de 2014

Humano, demasiado humano

Esta obra parte del filósofo alemán Friedrich Nietzsche, es uno de mis libros preferidos –sé que en anteriores ocasiones y en el post anterior mencione que no soy filósofo, pero es no me hace ignorante del tema- ya que como él mismo lo describe y muchos otros autores más, éste libro en particular es EL escrito para los libre-pensadores. Además encuentro muy interesante todos los textos de éste pensador alemán, ya que a pesar de su época, entran en un mundo bastante peculiar, dejar atrás esos pensamientos arcaicos –incluida la religión- y dejar la mente preparada para otras cosas.
                Como no puedo saber si ustedes, mis lectores concuerdan o no con esta corriente filosófica, o si siquiera han leído a Nietzsche, no puedo hablar abiertamente de él. Además de que el propósito del blog no es entrar en sofismas de cualquier índole, tomaremos el título de manera literal, es decir el comportamiento de los humanos, como lo que son; simples acciones de cualquier otro humano.
                Y es que muchas de las acciones del día a día son tan comunes y requieren tan poca concentración que se realizan, de manera tan innata y automática, que ni siquiera se es capaz de percibir que pueden llegar a afectar el desarrollo futuro.
                Ya que desde la más simple hasta la más compleja de las actividades que se realizan, conlleva sus propios riesgos y sus propias recompensas y consecuencias; pues hasta una simple foto que puede servir de recuerdo puede convertirse en una pesadilla después. 
                Si es un ejemplo bastante burdo y hasta sin sentido, pero así es la realidad, como le he escrito en ya varias ocasiones, todo en esta vida tiene sus consecuencia, ya sean buena o malas, y se debe estar preparado para cuando éstas lleguen. Con esto no quiero decir que se debe vivir en una burbuja donde nada sea capaz de salir o entrar y así afectar el desarrollo de cada individuo. Me refiero a que en ocasiones es necesario meditar un poco antes de actuar, antes incluso de planear.
                Y es que aquellas pequeñas cosas que pueden atormentar o calmar a una persona, no son más que simples acciones de humanos, un insulto, una mala cara o un simple mensaje puede llevar a una persona a un abismo sin fondo, del mismo modo en que unas palabras de aliento, un abrazo o un simple beso puede llevar a alguien al más sublime de los placeres y a un estado de felicidad plena.
                Una frase simple pero llena de verdad es “errar es de humanos” y si, nadie  nace con conocimientos acerca de nada, todos aprenden con el trascurso del tiempo y cada nueva experiencia es consecuencia del clásico ensayo-error. Cada nueva vivencia es algo que puede dejar alguna experiencia que servirá para el futuro.

                Lo importante es no dejar de ser humano, de aprender y seguir, de equivocarse y de acertar, y como no, de sentir y  vivir. La vida no es sencilla, y no me refiero al simple acto de respirar y de que un corazón lata, me refiero al hecho de despertar cada día, de relacionarse con otros, de gozar y sufrir, de crecer y desarrollarse y al ocaso, esperar de nuevo el alba para continuar, porque lo que hoy oscurece y atormenta el día, mañana no será más que un recuerdo. No importa cuán triste se este, ni cuan grandes parezcan los obstáculos, siempre hay una recompensa al final del camino; y encontrar la motivación es lo que nos hace humanos, demasiado humanos.

Estaríamos mejor con... la verdad no lo se

Después de tanto tiempo, de casi perder mi acceso y mis claves, aquí traigo un nuevo escrito, esta vez, inspirado en un todo y en nada;...