lunes, 9 de junio de 2014

El peso de las acciones

Hace unas semanas platicaba con alguien temas algo triviales, pero surgió un tema interesante: ¿Por qué cuando alguien actúa mal, es recordado por eso y no por todo lo demás que hizo de manera correcta? Cosa aún más evidente cuando es la última acción de cualquier ser humano. Pero… ¿a qué se debe?
                Una de las razones es que somos seres de orden, todo aquello que altere dicha armonía es lo que más se recuerda, no porque legue a ser terrible, sino por el hecho de ser algo diferente a lo que se estaba acostumbrado. Y es que no importa que ten ejemplar haya sido un sujeto en vida, ni que tantas buenas acciones haya hecho, si al final por error, deseo o simplemente por circunstancias comete algún acto fuera de lo normal, incluso algo tétrico, pues ese sujeto será recordado por eso y no por todo lo demás.
                Es algo simple, pero así funciona la sociedad, alguien puede ser caritativo toda su vida y nadie jamás lo recordará, pero el día que dicho sujeto falle todos lo notarán, y del mismo modo el que es malvado y cruel puede redimirse con un último acto de bondad; cosa que hace que todo lo anterior sea olvidado… una autentica lástima pero así nos han hecho.
                Ahora el hecho de que se esté acostumbrado a cierto orden, no significa que dicho orden sea bueno y por ejemplo podemos mostrar la sociedad actual y en general la que ha persistido –como organización de poder- por los últimos 600 años, donde se nos enseña que solo una persona debe tener poder y ello es correcto, los demás deben ser serviles y humildes, jamás se debe retar a las autoridades ya que ellas siempre tiene la razón y solo buscan nuestro bien; nunca serás digno de nada y sin importar tu situación siempre deberás estar agradecido tanto con alguna deidad que no te aplasta como un simple insecto, como con el gobierno que te da algunas migajas de todo lo que te corresponde, ya que lo hace por caridad…
                Aun así hubo personas que se rebelaron, cambiaron eso y le mostraron al mundo que a veces ese orden debía cambiar, aun hoy se estudian dichos levantamientos que cambiaron de una forma u otra la historia; los más relevantes fueron la revolución francesa de 1789 que trajo el fin de la monarquía –salvo por Napoleón que se coronó después- en esa nación, y llevo a Francia a ser el motor político europeo actual. Los rusos en 1917 pasaron a ser soviéticos depusieron al emperador y convirtieron a la URSS en una nación poderosa económica, política, y militarmente hablando. La mexicana de 1910 fue en un principio una mera revuelta por el poder, no buscaba ni igualdad, ni derechos ni nada, sólo que cambiaran las personas en el poder, y no es sino ya hasta avanzado el conflicto y cuando se suman los campesinos y bandoleros, es decir los grupos comandados por Zapata y Villa; que en verdad se buscó la justicia social que aun hoy perdura en los programas sociales que mal administran las diferentes secretarías de estado.
                Aun así esas acciones son las que se recuerdan, a nadie le importa lo que hizo Robespierre, sólo los ideales que dejó de libertad, igualdad y fraternidad, plasmados en la declaración de los derechos el hombre y el ciudadano. Pocos saben de Lenin antes del comisariado del pueblo y los bolcheviques, pero saben del desarrollo y la potencia que hoy es Rusia. Para muchos es aún desconocido el verdadero nombre de “Pancho” Villa y menos aún su pasado como criminal; pero para todos los mexicanos es un ejemplo, un símbolo y lo que todo verdadero revolucionario debería ser, un líder, amigo y compañero, que no buscaba su beneficio, sino el bienestar de los trabajadores y no de los grupos de poder.

                Es cierto, no todos pueden ser un Hidalgo, un Villa o un Zaragoza; pero tampoco es cosa de decisión, sino de convicción ¿de qué sirve que se esté inconforme, consciente de que el orden no es el correcto y qué en general las cosas están mal, si no se tiene el valor y las convicciones necesarias, para hacer que esas acciones resuenen en el futuro? ¿Cuándo serán las personas conscientes del peso de sus acciones? ¿En qué momento notarán que son millones luchando contra unos cuantos, que por mucho poder político que tengan, jamás serán tan poderosos como un pueblo entero? No se necesitan anarquistas, esos son una simple falla, se necesita gente de principios y con valor, que sepa que puede y debe hacer algo.

Estaríamos mejor con... la verdad no lo se

Después de tanto tiempo, de casi perder mi acceso y mis claves, aquí traigo un nuevo escrito, esta vez, inspirado en un todo y en nada;...