Después de tanto tiempo, de casi
perder mi acceso y mis claves, aquí traigo un nuevo escrito, esta vez, inspirado
en un todo y en nada; ¿porqué en todo? Porque la situación actual de la nación así
lo amerita. ¿Porqué en nada? Porque son ideas propias, no pretendo tener la razón
en todo, sólo pretendo dar mi opinión con el tema que nos trae aquí.
Hace
un par de días iniciaran las precampañas de los partitos políticos que buscan
ocupar la presidencia de la república, cada uno apenas empieza a perfilar su
plataforma política-electoral, si bien es muy conocida la tendencia e historial
de cada contrincante, aun no hay nada
que sea verdaderamente oficial.
La
frase que da nombre a este post viene directamente de la izquierda -eternamente
opositora- en esta nación; pero el tema no es debatir si es el candidato
correcto o no. Lo que me trae hasta aquí es la otra parte de la historia,
aquella que aterra a miles de personas; miles de seres que solo te repiten al unísono
-Si “Él” llega a la presidencia vamos a estar peor que Venezuela; ¡qué horror! –
como si la situación actual, que nos acerca mas al gobierno de Corea del Norte
fuera mejor.
La
pregunta obligada sería ¿Por qué estaríamos como Venezuela? -que dicho sea, no
evaluare la situación de aquella nación- ¿Acaso los Estados Unidos nos
bloquearan comercialmente? De ganar AMLO ¿Tendrá
que devaluar su moneda para que los demás países puedan negociar con él, sin
miedo a las sanciones de los Estados Unidos? Es simple Venezuela no esta mal
porque la gobierne la izquierda de tintes socialistas; Venezuela esta jodida porque
al ser de izquierda todo mundo la tiene bloqueada, no tiene socios comerciales
importantes y por ende su moneda vale poco y no tiene mercancías pues nadie se
las vende.
Dicho
esto, entonces ¿ser de izquierda es algo negativo, o eso se puede intuir? La respuesta
es NO. No es algo malo, de hecho, los gobiernos de izquierda (por ser liberales
y no de tintes socialistas) han tenido grandes éxitos al impulsar sus naciones.
Tenemos a “Lula” da Silva en Brasil que hizo crecer de manera importante a
dicha nación, Cuba en si misma es un ejemplo y referente mundial en salud y
educación, aquí mismo en la megalópolis de la ciudad de México o mejor conocida
como CDMX, el gobierno que se mantiene desde 1997 impulsa programas sociales
que no tienen igual en ningún otro lugar de México -con esto no quiero decir
que sea perfecto, de hecho, la administración actual es bastante deficiente en
varios aspectos-
Como
lo mencione arriba la gente parece no darle importancia a otros referentes históricos
y políticos con los cuales si se puede comparar, por ejemplo la Ley de
seguridad interior; que en pocas palabras permite al ejercito ser usado como
brazo represor del gobierno sin que ninguna autoridad lo impida, o el otro
proyecto de ley que permite censurar y castigar a todo aquel que de información
-real o no, como lo dice a la letra- sobre autoridades corruptas -que no dice
el texto, pero no se requiere gran ingenio para saber a dónde apunta todo- hace
pensar mucho en el régimen de Kim jong-un pero nadie en estos momentos dice que
Peña Nieto y su abanderado Meade, nos convertirán en Corea del Norte.
Otro
comparativo que podría aplicar es Colombia, y es que desde el 2006, el
presidente de aquella época Felipe Calderón; comenzó la “guerra contra el narco”
la seguridad e integridad de todos y cada uno de los ciudadanos que vivimos en
esta nación no ha hecho mas que mermar; cada día la noticia es la misma:
tiroteos y desaparecidos en algún poblado de México. Lo preocupante mas allá de
estos crímenes atroces; es que se han “volvido”
tan comunes que ya a pocos les preocupan. Dicha situación recuerda mucho a Medellín
de los años 90’s. Donde el amo y señor de la ciudad, del gobierno y parte de la
nación era Escobar. Miles de muertos cada año, varios atentados y tiroteos al
día; y las autoridades nada podían hacer. Aun así, no veo a ningún panista ni
priísta decir que los gobiernos del 2006 o del 2012 nos hayan “Colombianizado”
a México.
Preocupante
para mi es, que el Ídolo de muchos y terror de otros; el candidato de la izquierda
y hasta ahora mas popular, diga que para el una opción -con respecto al narco-
sería negociar un perdón con tal de volver a la tranquilidad de antes… Es ahí donde
me perdí, es ahí donde me entran las dudas; porque en su discurso maneja muchas
otras opciones. Pero negociar con el terrorista, dejarlo ir con tal de “estar
tranquilos” no es ni debería ser una opción, ya que se corre el riesgo que después
se arrepienta y vuelva a lo mismo ahora amparado por un “perdón”. Es como
aquellos que manejaban legalizar como tal el consumo de drogas… ¿de verdad
piensan en convertir en empresarios “honorables” a aquellos que hoy se dedican
a robar, matar, secuestrar y violar; con tal de mantener su negocio?
Por hoy dejo ahí la reflexión; después
volveré con la segunda parte.
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