lunes, 23 de diciembre de 2013

Tapando el sol con un dedo

Yo sé que podría ser bastante repetitivo en el tema, pero la verdad es que por donde se mire, siempre hay gente con vendas en los ojos que no hace más que repartir culpas a diestra y siniestra sin darse cuenta que muchas veces la culpa es únicamente de ellos. Y es que no molestaría en lo absoluto si fueran unos cuantos, ya que al final es SU vida y si desean desperdiciarla así, es su problema; la cuestión es que los puedes encontrar hasta en tu propia casa.
                Están, por ejemplo, los que critican a las cadenas de comida rápida porque solo hacen alimentos que engordan y se crean infinidad de mitos acerca de su procedencia –y no pienso hablar de ellos, no voy a incentivar la paranoia de la gente- hay incluso quienes dicen que es lo peor que puede existir. Pero ¿alguna vez se han escuchado? Si cada vez que hacen la critica la comida RÁPIDA; pues es eso. Se llama así por un motivo, porque su objetivo no es ser comida saludable, sino algo que usted pueda comer cuando no tiene tiempo suficiente para preparar sus alimentos, así usted puede ir, consumirlos tranquilamente y después seguir con sus demás actividades.
                Así pues, no se puede condenar a ninguna cadena alimenticia, refresquera o empresa afín por los problemas de salud –obesidad, diabetes, colesterol y demás- ya que ellas, al final, no tienen la culpa; el verdadero culpable y causante de dichos problemas es usted que no se modera en lo que come, que no hace ejercicio, que no toma agua suficiente y no acude al médico con regularidad.
                Como ya lo he escrito en diversos post la educación que se recibe es, en el mejor de los casos, mediocre y no sirve absolutamente para nada; si bien es obligación de las entes gubernamentales otorgar educación gratuita y de calidad, cosa que no se cumple, también es cierto que, nadie se preocupa por ser una persona con buena educación. Y no me refiero a tener buen comportamiento –cosa que también es importante- me refiero a tener siempre ganas de aprender algo nuevo, de razonar e investigar. La mayoría –por no decir todos- se conforma con repetir lo que le dicen en clase. Si a eso le agregamos los mantras de toda la vida, como aquel que dice que las matemáticas son difíciles pues tenemos, como resultado, un gravísimo problema educativo.

                Están –o mejor dicho, estamos- los que se quejan amargamente de las políticas gubernamentales aprobadas a lo largo de los meses y de las repercusiones que tendrán en el mediano y largo plazo. Si bien es cierto que nosotros como ciudadanos no somos los que aprobamos directamente las reformas y estamos en contra de ellas, por otro lado tenemos que ver el panorama completo. La culpa, estrictamente hablando, no es de EPN, ni de sus cómplices los PRIistas; la culpa la tienen aquellos que vendieron su voto por una tarjetita o por una despensa, aquellos que votaron por ese candidato, por ”guapo” y demás sandeces, los acarreados que llenan las plazas por una simple torta y después no hacen nada. Los culpables son los políticos que nada más nos ven la cara de imbéciles –y en verdad la tenemos por qué se los permitimos- por ejemplo los partidos supuestamente de izquierda que  en vez votar en contra de todas y cada una de las reformas, se sumaron a algunas y a la hora de la venta de PEMEX, prefirieron salirse de las votaciones, aparentemente “se les olvidó” que no son mayoría y que aun sin ellos hay quorum para votar y aprobar. Yo prefiero mil y un veces un político que aunque sepa que va a perder de la cara, a unos cobardes que prefieran huir y dejarnos a la suerte; y después para colmo se rasguen las vestiduras diciendo que ellos no aprobaron nada y repudian las reformas. ¿Pues a que estamos jugando?

Estaríamos mejor con... la verdad no lo se

Después de tanto tiempo, de casi perder mi acceso y mis claves, aquí traigo un nuevo escrito, esta vez, inspirado en un todo y en nada;...