lunes, 11 de noviembre de 2013

¿Para qué vivimos?

Hace un par de semanas, con Sólo se vive una vez, se tocó el tema de la vida y –por decirlo de alguna forma- sus consecuencias y entorno. Pues bien hoy me gustaría continuar con el tema en cuestión. Aquel fue un post de crítica y superación –si es que se le quiere mirar así- el de ahora, un tema más sofista y filosófico.
                En aquel post escribí algo que podría ser confuso o del alguna forma no ser tan claro para algunos lectores y es que la vida es difícil. Dependiendo de su orientación filosófica, a este mundo llegamos disfrutar, a sufrir o a repetir lo mismo una y otra vez. Dejando de lado a Kierkegaard, Nietzsche, Schopenhauer, Kant y demás pensadores, pero sobretodo a las ideologías teológicas; a lo que en verdad venimos es a vivir.
                Sabemos que este mundo no es de caramelo, no todo es felicidad, y muchas veces es demasiado injusto desde la perspectiva de algunos; pero del mismo modo tampoco es un mundo salvaje, lleno de maldad y brutalidad, donde toda esperanza es vana. Los optimistas dirán que lo importante es esperar la luz del amanecer, los pesimistas que el temor de la noche, los realistas dirán que para el que exista el día, es necesaria la noche; para el bien está el mal, para que se pueda sentir vivo, se  debe conocer la muerte; en fin… lo importante es saber que así como no todo son espinas, tampoco todo son rosas.
                Pero ¿qué es vivir? No es el simple acto de respirar, de tener un corazón que lata, comer y dormir, no. Si bien esa sería la explicación lógica, en el estricto sentido filosófico vivir es despertar cada mañana con la firme intención de seguir adelante, es saberse parte de un mundo, el cual puede seguir sin nosotros, pero del mismo modo siempre jugamos un papel en su desarrollo. Es saber aprovechar las cosas que la vida misma nos da, que eso que se ve como un obstáculo no es más que un reto que puede desarrollar nuestro potencial.
                Y es que vivir es algo más complejo, por eso algunos fracasan y toman medidas desesperadas, buscando siempre atajos que en vez de ayudarlos, los complican más y más; Otros mas optan por medidas aún más drásticas y terminan con su vida; ya lo escribí antes y se lo repito, si vivir fuera fácil cualquier ser por innocuo que sea, lo haría. Todo en este y en cualquier mundo que exista tiene un costo, y no me refiero al monetario, no; me refiero al esfuerzo y empeño que se debe poner en alcanzar una meta.  El problema es que muchos no consideran ese costo, creen que cualquier esfuerzo por pequeño que sea, ya merece una recompensa y no es así. Grandes metas, requieren enormes esfuerzos, sacrificios y muchas penurias, sólo así se alcanzan los objetivos.
                No hay un camino corto que sea fácil, por ejemplo no hay una forma rápida para hacerse millonario, pues hasta robar un banco tiene sus riesgos, su planeación y lleva su tiempo. Tener un gran trabajo con un sueldo acorde tampoco es fácil, primero hay que estudiar por unos 20 años de su vida, después trabajar de miles de horas con un salario escaso, ganarse el reconocimiento de jefes y compañeros y aun así pasan bastantes años antes de llegar a esa oficina en un gran edificio con vistas espectaculares de la ciudad.

                Puede que para muchos, vivir sea solo dormir, comer y respirar, pero eso mis estimados, no es vida… podemos decir que vivir es despertar cada día para encontrarse con miles de retos, alegrías, penas, oportunidades, amigos, familia, aprender, enseñar, logros y fracasos, y aun así al llegar a la hora de dormir, esperar con ansia lo que nos deparara un nuevo día.

Estaríamos mejor con... la verdad no lo se

Después de tanto tiempo, de casi perder mi acceso y mis claves, aquí traigo un nuevo escrito, esta vez, inspirado en un todo y en nada;...