El ave fénix hace su aparición en
la cultura del medio oriente hace unos 3000 años, el mito dice que es un ave espectacular
del tamaño de un águila, de plumaje anaranjado, amarillo y rojo incandescente, con
un pico y garras muy poderosas. Cuando el ave muere, estalla en llamas, y de
sus cenizas resurge el mismo fénix en todo su esplendor. En el antiguo Egipto era
símbolo de la inmortalidad, del renacer físico y espiritual, pues sus llamas
purificaban su ser.
Hoy
comparto este mito, pues es gran parte de la filosofía de mi vida, no porque
crea estrictamente en su existencia, pero si en la metáfora involucrada en el
mito: el renacer desde las cenizas del ayer…
Todos
y cada uno de nosotros tenemos –de una forma u otra- un pasado borrascoso,
tormentas en nuestro ayer que aun hoy pueden limitar nuestro desarrollo
personal. Probablemente sea algún proyecto que nunca llegó a ser, la trágica perdida
de alguien en nuestro pasado, vivir bajo el yugo u opresión del alguien o algo,
el recuerdo de haber hecho -o no- algo que pudo cambiar su vida, y un sinfín de
historias más que jamás serán contadas.
La
lección que debemos aprender es dejar todas esas cosas donde están, es decir,
en el pasado; no podemos vivir atrapados en el recuerdo, si bien tampoco
debemos olvidar, pues el olvido causa mayores problemas… el que olvida su
pasado está condenado a repetir sus errores. Lo importante entonces, es tomar
todo lo que nos queda después de ese pasado y de ahí resurgir con nuevos aires,
buscando nuevos horizontes, mirar de nuevo a la vida de frente y seguir nuestro
camino. Puede ser difícil, pero debemos dejar atrás esa oscuridad que puede
convertirse en un abismo de autodestrucción.
Sabemos
que la vida es dura, no importa cuán fuerte sea nuestra personalidad, la vida
siempre será más fuerte que nosotros y si le damos la oportunidad nos dejara de
rodillas y nos escupirá a la cara. Lo importante es no quedarse ahí sufriendo por
cualquier tragedia en nuestra vida. Saber levantarse y enfrentar a los retos
que la vida nos pone es la verdadera virtud de todo ser humano, vivir no es
sencillo, si fuera así, cualquier ser por muy innocuo que sea, lo haría.
Resurgir
de la cenizas, significa dejar atrás rencores, miedos y amarguras, ya que esas
cosas de nada nos sirven, no viva arraigado a viejas rencillas, mejor busque la
manera de demostrar que lo que haya pasado no le afecto y ahora vive feliz y
pleno, eso es mucho mejor que cualquier venganza. No viva con temores;
encerrado en su pequeño mundo, dicen que “la curiosidad mató al gato” pues yo
le digo, que al menos ese gato murió sabiendo… muchas de las mejores
oportunidades de nuestra vida se presentan sólo si las buscamos, si usted no lo
hace entonces ¿cómo espera que su futuro sea mejor? Si las cosas no salieron
cómo usted esperaba, no se quede ahí sufriendo por ello, aprenda de sus errores
y busque otra manera, tenerse lástima no lo va a ayudar en nada.
Por
ultimo solo me queda decirle que el destino siempre nos depara sorpresas, a
veces los retos solo son una cortina de
humo para esconder la recompensa a la cual sólo llegará si sigue su camino.
Si tiene dudas, si cree que ya no puede más, solo recuerde a esas grandes leyendas
del pasado, ellos también tuvieron grandes retos, miles de dudas y temores,
pero gracias a que resurgieron desde sus cenizas, hoy tenemos un gran presente.
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