Hace ya 100 años que en México se
desató una guerra que costo más de 3 millones de vidas –en un país que tenía 14
millones- siendo uno de los conflictos más sangrientos que ha tenido la
historia mexicana, un alto precio sin embargo el resultado fue una de las
constituciones más modernas y liberales de la época, un sistema agrario que
beneficiaba al país, leyes que protegían al trabajador y desde ahí se sentaron
las bases para el sistema de salud y en general para el desarrollo de la
nación.
Debemos
entender que la revolución se desarrolló por etapas y cada una tuvo sus propios
conflictos, la que dio inicio fue la búsqueda de la democracia y la no
reelección, después vinieron las luchas por el poder, las luchas por la reforma
agraria y ya en etapas finales las convenciones que dieron como resultado la constitución,
con lo que culminan los combates, no así la llamada revolución mexicana, que si
bien no tiene una fecha formal, podríamos decir que culmina con la llegada de
Calles a la presidencia y lo que conocemos como Maximato.
El
contexto histórico viene a cuento, porque hace un par de días se aprobó en el
senado la reforma político-electoral, que en principio sustituye al IFE por el
Instituto Nacional Electoral, con lo cual los institutos estatales quedan
derogados, así se busca que los gobernadores no los usen como su propia plataforma
política –como el PRI en el Estado de México- además de darle más autonomía para
que el recién creado instituto no esté bajo el yugo de los partidos políticos.
Esa
es la única parte rescatable de la reforma, y está por verse si en verdad
funciona la estrategia o seguimos igual, con cadenas televisivas imponiendo
presidentes y que nadie haga absolutamente nada. La parte que preocupa es la reelección,
que parece una puñalada trapera a la constitución
y los ideales que de ella emanan. Y más preocupante es que permite la
reelección hasta por 12 años, es decir que ese sujeto que se tiene un lugar
entre los diputados y senadores por ser amigo, compadre, conocido, pariente o de
algún otro político, podrá seguir ahí ganando miles de pesos al mes por hacer nada
hasta por 12 años –y eso en el mismo cargo, no hablemos de los cambios de
diputado a senador o gobernador.-
Más
cómico –más bien a tono de burla- los legisladores del PRI –cuyo partido
supuestamente viene de esa misma constitución y revolución- defienden que el
conflicto que le costó a México la quita parte de su población, sólo buscaba la
no reelección del presidente, pero nunca hablaron de todos los demás puestos de
elección popular, así pues ellos están en su “derecho” de ser electos hasta por
4 periodos, según corresponda.
Algunos
“analistas políticos” –de televisa, como no- dicen que esta reforma es correcta
pues se busca premiar a los buenos políticos y castigar a los que no cumplen,
yo preguntaría ¿Cuál castigo, si no habla de quitar el fuero ni multas o prisión?
Y ¿No es suficiente premio para esos políticos que trabajan, poder presentarse
para otro puesto y ganarlo? ¿Acaso la victoria en las urnas, salarios anuales
hasta por 3mdp, beneficios como vehículos, seguridad y servicios sanitarios
privados suficiente “premio” para un político? ¿Qué es lo que sigue? Si poco a
poco profanan y pisotean nuestra constitución y patria.
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