lunes, 3 de marzo de 2014

La historia, nuestra historia

Hace tiempo que te conozco, y debo decir que fue meramente casualidad; jamás olvidaré ese día, pues desde ese momento mi vida cambió, en ese instante no lo supe, no tenía como saberlo, pero fue una verdadera fortuna aparecer justo cuando necesitabas ayuda.
                Recuerdo que solo te pude dar unas vagas indicaciones, ya que en ese momento no conocía el lugar. Aun así seguías mis indicaciones, de hecho recorrimos parte del camino juntos, al tiempo que me platicabas cosas triviales de tu vida.
                Al poco nos separamos, debías seguir un camino y yo otro totalmente diferente, aun así seguimos en contacto, e incluso encontramos una solución a tu problema, aunque ya un poco tarde.
                Grande fue mi sorpresa al encontrarte nuevamente, aun sin planearlo. Como seguías necesitando ayuda, y yo no tenía nada que hacer decidí  seguir a tu lado. Recuerdo que recorrimos grandes distancias buscando lo que necesitabas, yo te ayudaba en lo que podía, pues si bien tenía algo más de experiencia, aún seguía siendo un inexperto.
                Desde ese día decidí tenerte entre mis contactos, si bien no te conocía de nada, me divertía mucho compartir momentos contigo, me gustaba lo que decías, tus planes y todo lo que íbamos aprendiendo mientras recorríamos aquellos lugares.
                Me contabas tus andanzas y yo mis desventuras, compartíamos tanto, que pasaban horas y horas, que para mí eran solo un instante, a veces nos anochecía y no importaba, estaba contigo y me divertía muchísimo.
                Pasaban los días y te encontraba por todos lados, lo cual me fascinaba, ya que poco a poco mi interés por ti crecía, aunque tenía miedo. Tenía temor de que no sintieras lo mismo por mí, ya que jamás habías mostrado ningún interés en especial por mí, pensé que solo veías en mí a un amigo para las aventuras, pero me lleve una gran sorpresa cuando me propusiste tener otras formas de contactarnos.
                El tiempo pasaba y cada día estaba más extasiado por ti, sabía que en ese momento compartías tu vida con otra persona, pero por lo que me contabas no te hacia feliz, tal vez era solo compañía, pero nunca lo supe. Aun así y a pesar de la gran distancia que nos separaba, no dejaba de pensar en ti.
Era consciente de que había muchas dificultades en nuestro camino, y que no sería nada fácil, pero jamás perdí el ánimo, recuerdo las cosas que te escribía y las canciones que te dedicaba, no podía dejar pasar esa oportunidad, ya que antes había compartido momentos de mi vida con otras mujeres, pero con ninguna me sentía tan feliz, ninguna alegraba mis días ni hacia placidas mis noches.
Me alegraba saber que era correspondido, y que también te interesabas por mí; aunque sabía que no me querías de la misma forma en que yo te amaba, estaba contento, pues ya tenía toda tu atención, incluso recuerdo que conseguí 2 joyas iguales para usarlas por siempre.
Lamentablemente nuestra historia terminó muy abruptamente, hable de más y con la persona errónea, lo cual nos trajo problemas a ambos, estaba destrozado ya que no esperaba que todo acabara así. Debo reconocer que nunca había llorado tanto ni había estado tan triste por ninguna otra mujer con la cual haya terminado.
El tiempo siguió su curso y nos encontramos de nuevo, me sentí algo alegre aunque comprendí que ya nada sería igual, lo cual confirme, ya que a pesar de mis esfuerzos solo tenía  respuestas vagas y evasivas. Compartimos unos instantes, pero fueron bastante sosos.
Por circunstancias ajenas a ambos, perdimos totalmente el contacto. De hecho pasaron muchos meses y no había forma de saber de ti. Aun así y en cuanto me fue posible regrese a aquellos lugares en los compartimos muchas aventuras, incluso trate de hacer contacto contigo, pero nada, incluso me alegre cuando tu contacto cambio de color, indicando actividad. Trate de comunicarme, pero mis esperanzas eran vanas, era otra persona.
Los meses transcurrían y yo ya había perdido todas mis esperanzas, incluso me interesaba en otras mujeres, pero ninguna era como tú, y no me refiero a su aspecto, conocí a mujeres atractivas, interesantes y atrevidas, pero absolutamente nadie podía llenar tu espacio, ya que lo que más me gustaba de ti no era como te veías, ni lo que hacías, sino lo que eres como persona, me gusta ese ser, sensible y a veces tímido, pero que siempre sabia como hacerme reír y que a pesar de todo lo ruda que fue la vida, aún seguía ahí, esperando lo mejor.
No tienes idea de lo feliz que fui cuando de pronto recibí un mensaje de tu parte, no decía mucho, pero dada su naturaleza sabía que eras tú, no podía ser otra. Salte de gusto cuando me confirmaste que habías vuelto y me buscabas, debo decir que me sentí tan alegre que perdí completamente la noción del tiempo y espacio, no sabía dónde estaba ni lo que hacía; en ese momento lo más importante es que estabas de nuevo “cerca” de mí, si es que a eso se le puede decir cercano.
No relatare lo que sucedió, basta decir que de nuevo me sentía feliz, compartíamos de nuevo alegrías y tristezas, reíamos y recorríamos caminos juntos, nos ayudábamos en lo que podíamos, nuevamente nos pusimos en contacto de otras formas y ahora sabia más de ti.
Me dolió saber que habías pasado por tan malas situaciones y yo no estuve ahí para apoyarte, pero aun así seguiste tu camino y ahora estábamos de nuevo juntos.

Sé que aún no me quieres del modo en que me gustaría, pero eso no evita que mis pensamientos estén contigo, si haz vuelto a mi vida es por algún motivo, y yo aún sueño en el día en que por fin pueda estar a tu lado, no como tu amigo, sino como tu indiscutible compañero de vida, de aventuras y desventuras, ese que estará ahí siempre para tenderte la mano y no caigas; ese que realmente te amara tal y como lo mereces y que espera ser parte de toda tu vida. No se si ese sueño se pueda convertir en realidad, pero ten por seguro que haré lo que sea para cumplirlo.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Estaríamos mejor con... la verdad no lo se

Después de tanto tiempo, de casi perder mi acceso y mis claves, aquí traigo un nuevo escrito, esta vez, inspirado en un todo y en nada;...