viernes, 11 de abril de 2014

¿Qué nos queda?

Como tema recurrente en el blog está el conformismo con el que se convive a diario, con la aceptación de la mediocridad del entorno y esas odas a la autocomplacencia que son parte del día a día. Lo preocupante no es que aquellas personas con poder sean así, ya que históricamente siempre ha sido de ese modo, lo que es frustrante y que me hace entrar en cólera es que nadie hace absolutamente nada, y los pocos que se atreven son vistos con malos ojos, ya que no “pueden hacer nada para evitarlo”
                ¿Por qué dicen que no pueden hacer nada? Es simple, porque a la mayoría le han enseñado que nunca podrán cambiar nada, que los gobernantes siempre tiene la razón, que son intocables y que nosotros –como ciudadanos- tenemos la única obligación de ser obedientes y serviles... ¡Vaya piltrafa de sociedad! Que prefiere sobrevivir con migajas que luchar por lo que es bueno, justo y correcto.
                ¿Pero acaso no se dan cuenta de la realidad? Que están jodidos por simple gusto, porque al final los que elegimos somos nosotros, somos mayoría y no importa lo que algún gobernante de ningún nivel crea, diga o piense, si somos toda una nación y les permitimos que nos pisoteen, humillen y roben, los culpables no son ellos, sino todos aquellos que no hacen absolutamente nada, que solapan y hasta disculpan esas acciones, convirtiéndose en cómplices.
                Vergüenza y rabia es lo que deberían sentir, por que como ciudadanos y como sociedad se ha fallado, porque en vez de asegurar un futuro mejor para los suyos, los condenan a mas privaciones, a vejaciones inimaginables y sobre todo a esperar dádivas para poder sobrevivir, mirando como salvador a aquellos que en la realidad los condenan a vivir en miseria.
                Como ya lo he escrito antes otro de los grandes problemas es que como sociedad, se ha acostumbrado a repartir culpas; si los jóvenes no aprenden es porque los maestros son incapaces, si los ricos y poderosos roban y evaden sus obligaciones es porque el gobierno no hace nada, si los gobernantes son unos incompetentes es por que pertenecen a cierto partido político, que si las autoridades no ofrecen seguridad y son corruptas prácticamente a cualquier nivel… pero ¿acaso se han cuestionado acerca del verdadero culpable? ¿Quién es el primero en ofrecer una mordida antes que pagar su multa? ¿Quién es el que prefiere vivir en las telenovelas y el futbol a preocuparse por lo que los jóvenes aprenden en su día a día? ¿Quién es el que prefiere quedarse en su casa, recibir una despensa y regalar su voto a buscar un futuro mejor? ¿Quién es el que tolera todas esas injusticias y prefiere “hacerse de la vista gorda” o voltear a otro lado? Pues ese es el gran culpable, ya lo dice el dicho “no es culpa del indio, sino del que lo hace compadre.”

                Es por eso la pregunta que le da título a este post “¿Qué nos queda?” si cada quien prefiere ignorar la realidad, pensar que todo está bien, y prefieren esperar una especie de mesías que los salve. ¿En qué momento la sociedad comprenderá que mientras no haga nada, ninguna cosa cambiará? Sólo nos queda esperar que cuando llegue ese momento no sea muy tarde, pues cada día que pasa nos despoja de lo nuestro y puede que mañana no quede nada que salvar.

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