Más oscuro que la noche

Estas últimas semanas he dejado bastante descuidado el blog, pero como lo he dicho antes, no es por falta de interés, de hecho he tenido varias ideas rondando mi mente, pero al final ninguna se concreta y materializa en un post que valga la pena ser escrito. Aun así, hoy trataré de continuar con lo que es la esencia de este blog, encontrar las respuestas adecuadas a los dilemas que pueden aquejar el día a día.

                Cuantas veces se ha encontrado rodeado de tantos problemas, que a pesar de no ser tan graves, parecen llevarlo a un abismo sin fondo; Situaciones que, nublan y oscurecen la visión a futuro, desvían la atención y hacen que, en ocasiones, se pierda la esperanza.

                El problema, muchas veces no es ese, ya que todos, de una forma u otra, tenemos problemas pequeños, grandes y enormes, preocuparse en ese sentido por la cantidad o lo importante o grave de algún problema no es la solución, no es siquiera el camino para resolverlos; dicho de otro modo, preocuparse jamás será algo que sirva o ayude de algún modo.

                Y no es porque tener temple y mostrar poca o ninguna preocupación signifique que no le interesan sus problemas, si no que se debe estar más concentrado en buscar la forma de resolver dichas inquietudes, obstáculos o situaciones, que le afectan; porque el mostrarse preocupado, lejos de ayudar, solo refleja una cosa: que no tiene ni la menor idea de cómo afrontar los problemas que tenga y que, de algún modo, espera que alguien más le tenga lastima y le ayude a resolver un asunto que es meramente suyo.

                ¿Pero qué tiene que ver todo esto con el título “más oscuro que la noche”? ya que en varias ocasiones he escrito que de anda sirve tenerse lastima y hay que buscar las respuestas, no tiene caso seguir la misma línea… “más oscuro que la noche” hace referencia a que hay varias encrucijadas en la vida que de verdad oscurecen el ser, parecen ser un callejón sin salida, todo parece inevitable y ciegan tanto a la gente que de verdad todo les parece oscuro, no pueden ver más allá de dichos problemas.

                Entonces ¿qué es lo necesario para llegar a alguna solución? Pues lo primero es aclarar la mente, un problema es solo eso, no importa cuán grave o grande parezca, todo tiene una solución; después hay que ser objetivos y sobretodo realistas, conocer que está dentro de las posibilidades y que no; por otro lado, entender que todo tiene consecuencias; ya que independientemente de que se logre resolver satisfactoriamente cualquier contrariedad, todo absolutamente todo trae consigo su castigo o recompensa.

                Como ya lo he escrito en diversas ocasiones, no puedo traerle una solución mágica a todos y cada uno de sus problemas, obstáculos o encrucijadas, pero bien puedo ayudarle a aclarar un poco la mente… el fin es simple, todo aquello que no es una solución al problema o es parte del mismo o no sirve; así que no tiene caso pensar en ello.

                Nadie dijo solucionar dichas adversidades sería sencillo, pero lo relevante del asunto es precisamente ser objetivo, no dejarse llevar por los temores ni inseguridades; y del mismo modo ser realistas, tampoco sirven las ideas positivas si solo son una cortina de humo que oculta el verdadero problema; dicho de otro modo, una mente clara es la clave ante todo.