martes, 11 de febrero de 2014

La grilla de los grillos

Hace unos días el excandidato de las izquierdas, Andrés Manuel López Obrador –que está prácticamente convertido en un Mesías por sus seguidores- tuvo la “ocurrencia” de levantar a una denuncia ante la PGR contra Enrique Peña Nieto por el delito de traición a la patria…
                Y digo –y creo que todos piensan lo mismo- que fue una ocurrencia, ya que la Procuraduría, jamás llevará a acabo ni una investigación por dicho delito y menos aún hará algo en contra de su jefe. Fue entre otras cosas, un  suceso que busca lo mismo que siempre ha buscado... Llamar la atención y hacernos creer que es nuestro único salvador.
                SI bien AMLO fue un gran candidato durante el proceso de 2006, se debe reconocer que el sujeto perdió el piso desde mucho antes de las elecciones, a principios de ese año, ganaba en todas las encuestas 2 a 1, pero su perdición fue él mismo. Faltó a los debates, empezó a insultar a sus rivales y simplemente se sentía presidente mucho antes de las elecciones, y como todos sabemos la soberbia, más la compra masiva de votos y los “truculentos” movimientos en el IFE hicieron el resto.
                Desde ese momento y hasta ahora lo único que ha hecho es dividir aún más a la izquierda mexicana, ya que desde su muy particular punto de vista, todo aquel que no está a su favor, es su enemigo. Sus berrinches políticos, le han costado al PRD elecciones, y eso se notó bastante en las elecciones de 2012, un PAN a la deriva, pues como se demostró en 2 sexenios jamás tuvo el valor para hacer las reformas que realmente nos hubieran ayudado, ya que temía perder las elecciones por lo impopulares que serían en las altas esferas (el voto fuerte del PAN), el PRI venia levantando, pero su candidato solo habría la boca para dar pena ajena, y AMLO, bueno su segunda oportunidad la perdió cuando empezó a sumar a su proyecto a gente indeseable (tenemos a Camacho Solís, Bartlett y demás gente fina que en PRI solo se dedicó a robar), de nada servía su gran gabinete; si toda su estructura política estaba llena de gentuza.
                Pero fueron los casos a nivel estatal y municipal, donde la izquierda jamás pudo sacar a un solo candidato, los tres partidos participaron en solitario; el resultado es obvio, en casi todo el país, la izquierda sumaba hasta el 50% o más de votos, pero como no tenían candidato común el porcentaje se dividía y ganaban los candidatos de los otros partidos.
                Desde hace varios meses, AMLO ha buscado formar su propio partido político –como ya escribí, algo que sea a su gusto y esté para sus caprichos- lo cual en una democracia sana no sería un problema, pero aquí, aquí ya es otra cuestión. En México no necesitamos más partidos (ya que el señor Noroña, igual ex-perredista; pretende hacer lo propio) lo que se necesita es que el partido más grande de los de izquierda (en este caso el PRD, tercer fuerza política en el país) deje de ser una copia del PRI, pero más radical.

                Urge que en las elecciones internas regresen esas figuras políticas que han vivido en el letargo y vuelvan a darle ese aire libertador ¿de qué sirve tener 50 partidos, si ninguno tendrá la fuerza para ganar alguna elección? Lo que necesitamos no es un partido que haga la voluntad del candidato, lo que necesitamos es un candidato que esté dispuesto a luchar por nosotros, que no le interese quedar bien con nadie, sino hacer su trabajo, que es, asegurar nuestro bienestar.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Estaríamos mejor con... la verdad no lo se

Después de tanto tiempo, de casi perder mi acceso y mis claves, aquí traigo un nuevo escrito, esta vez, inspirado en un todo y en nada;...